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Club La Virgen

Si bien el Club La Virgen. (José de Freitas 4808 esq. Carlos María Prando, Tel. 2525 2004. Abierto de 14 a 19 horas) comenzó en julio de 1998 como un club cultural y social para adultas/os mayores, las actividades que realiza el centro hoy integra a grandes y chicos/as.

Actualmente concurren unas 400 personas a sus más de 20 talleres, que son para todas las edades, algunos gratuitos -brindados por el programa Esquinas de la Cultura de la Intendencia de Montevideo- y otros pagos.

Detrás de su nombre se entreteje el barrio: antes funcionaba en la misma dirección una comisión de fomento con esa denominación, inspirada a su vez en el bar y almacén “La Virgen” de Hipólito Yrigoyen y Cno. Carrasco que, justamente,

tenía un monumento a la Virgen María. Esto hizo que esta parte de Malvín Norte fuese conocida con ese nombre y que varios locales comerciales de la zona también lo tomaran como propio.

Hoy Ana Olivieri, presidenta de la asociación del club, y su hermana María Esther, son las únicas que quedan del grupo inicial de cinco vecinos/as fundadores.

“El local había estado abandonado por muchos años y lo primero fue acondicionarlo poniendo cortinas, luego pudimos arreglar el piso, y de a poco fue creciendo el número de socios así como los anhelos y proyectos. Al principio fueron 25 y hoy son más de 200”, señaló Oliveri.

En La Virgen además se realizan excursiones y actividades por el día de la madre, del abuelo, de la primavera y de la nostalgia, entre otras fechas.

Según Olivieri la amistad, el cariño y compañerismo que se vive en La Virgen ayudan a mejorar la calidad de vida de las/os adultas/os mayores que concurren.

Muchas veces algunos vecinos/as consultan qué pueden hacer con sus padres/madres, porque no tienen ganas de salir de sus casas, pero que una vez que se animan a venir ya no lo dejan “porque se encuentran acompañados”. Lo ilustró con la anécdota de una socia que por un problema de salud sufrió una parálisis y vivía sola porque sus hijos están radicados en el exterior.

“Nosotros nos dedicamos a cuidarla, no la dejamos sola ni en el sanatorio ni en la casa. A los tres meses, gracias a la solidaridad y cariño que reina en nuestro club, ya estaba acá, bailando y sin bastón”.

El centro también brinda herramientas a los adolescentes para desarrollar hobbies y profesiones. Por ejemplo, varios de los que asistían al taller de murga, hoy forman parte de grupos de Murga Joven.

Video: 
Club La Virgen | Aniversario