Don Juan Balbín González Vallejo, saladerista afincado allí en el tiempo de los españoles.
La urbanización y loteo de los solares costeros no tiene más de 100 años de edad y se debió al espíritu emprendedor de don Francisco Piria, quien en noviembre de 1896 estableció un nuevo barrio más allá de la playa del Buceo. Dándole el nombre de "Lavaderos del Este", su objeto era el de establecer a las lavanderas que se veían desplazadas de los "Pocitos". Con el fin de darles un territorio donde pudieran trabajar sin mayores molestias municipales, Piria urbanizó y loteó la zona costera de Malvín, compuesta, en ese entonces, de enormes dunas prácticamente desérticas. Como era habitual en los remates y ventas de don Francisco Piria, los predios fueron subastados en condiciones y a precios accesibles para el público humilde, que veía así cumplido su sueño de obtener un terreno y una casa propios.
El nuevo barrio fue delineado por el ingeniero italiano Aquiles Monzani sobre una superficie de 20 hectáreas, y los lotes fueron sacados a la venta en el mes de noviembre de 1896. Los adquirientes de los terrenos obtenían un derecho suplementario, el cual consistía en la posibilidad de lavar -gratuitamente y a perpetuidad- en la laguna de Malvín, afluente del arroyo del mismo nombre, ubicada al centro de ese paraje y actualmente desaparecida a causa de las obras de urbanización y pavimentación.
La playa de Malvín no sólo fue escenario de los primeros veraneantes en la década del 20, sino también el lugar elegido por los cuidadores de caballos de carrera para sus ejercicios; por esa razón se establecieron varios studs en la zona.
Cine Auditorio Malvín
Emplazado en la playa denominada Brava, marcó una época de esplendor en el barrio. Fue inaugurado en 1927 y modernizada su estructura entre los años 1944-47. Funcionó siempre a beneficio de la Escuela experimental de Malvín Nº 219, hoy denominada Olimpia Fernández.