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“La adicción es un comportamiento”

La psicóloga social Amalia Gadola, especialista en Adicciones, brindó el pasado viernes 16 una charla introductoria a la temática en el Centro Cultural La Gozadera, organizada por el Concejo Vecinal 7, junto al que proyecta continuar con la temática durante el año mediante talleres en distintas subzonas.

Entrevistada por la Unidad de Comunicación del Municipio E, Gadola analizó el origen de la palabra, señaló cuando es que la adicción se convierte en un problema para el individuo y subrayó la importancia de la ayuda grupal en los procesos de sanación.

Por Manuel Franco
Pasante de Comunicación del CCZ 7

¿Su charla sobre Adicciones se enfoca específicamente en las drogas, o abarca cualquier sustancia y/o comportamiento que afecte negativamente la vida de una persona?

La conexión que hacemos todos inmediatamente es entre adicción y drogas, pero en realidad la adicción es un comportamiento. Adictos yo ya creo que somos un poco todos, pero el tema es cuándo la adicción pasa a ser un problema: cuando tú  dejas de ser funcional en tu vida. Ahí hay un montón de factores; físicos, psíquicos y sociales también. 
Y depende a lo que sea, es como se va a manifestar en su cotidianeidad: pero cuando yo dejo de cumplir con mis responsabilidades, como la de estar sano,  la de ir al médico, la de trabajar, la responsabilidad de mantenerme, de sostenerme... todas esas cosas con cualquier adicción se van distorsionando. Porque en realidad la adicción es una fuga de lo que tengo que hacer, de lo que tengo que “encarar”, como dicen  los chiquilines.

¿Hay adicciones que no se toman como tales?

En realidad el objeto adictivo no importa, porque la adicción no es lo que tu consumís -comida, cocaína, marihuana- sino la forma, el cómo y para qué consumís, y cómo eso se va problematizando cada vez más. Entonces un objeto puede ser la comida y un adicto una persona con problemas de obesidad, porque está muy vinculado con la ansiedad. La adicción generalmente está relacionada con un mal manejo de la ansiedad.

¿Significa eso que las personas más ansiosas son las que presentan mayor tendencia a sufrir  problemas de adicciones?

No sé si es un problema de cantidad, es un problema de resolución, de caminos. A determinado monto de ansiedad, hay un montón de gente que no es adicta. Ni que tu consumas en un momento te  va a transformar necesariamente en un adicto. Dependerá internamente de como se resuelve el asunto.
Los psicólogos sociales abordamos a la cotidianeidad a la realidad, al aquí y ahora, como una cuestión realmente importante para cuestionarla y poder modificarla. Que nos modifique la realidad y poder modificarla nosotros, el proceso incluye la información, poder desarmar la idea entre todos y armarla de nuevo, yo no soy portadora de ninguna verdad rebelada, ni voy a informar nada que la gente no sepa, sino movilizarla para que pueda cuestionarse, y hagamos cosas juntos.
(Cómo psicóloga social) yo creo que las adicciones también tienen que ver con la soledad, con el desamor del ser humano, es una cosa mucho más global que puntualmente la adicción, sin tecnicismos, es casi  filosófico.

¿Cree que siempre se discute sobre las adicciones y no se habla del contexto que las genera?

Si, no se cuestiona, no se desarma. Mi idea es desfragmentar las cosas para crear algo nuevo. Desarmar desde la palabra adicción: saber que pertenecemos a una etapa histórica determinada, que estamos globalizados, que hay un montón de factores, políticos y económicos, que nos determinan, ¿Y hasta donde nos determinan? Ahí están las adicciones también.

¿Qué significa la palabra adicción?

Etimológicamente la palabra viene de lo “no dicho”, del latín. Adictus se le decía al esclavo que perdía su libertad y no podía hablar. Entonces podemos encontrar una doble lectura; si es una sustancia o cualquier actividad, como el juego, donde tú sos esclavo de tus actitudes y cómo te esclaviza una sustancia.

Cuando la persona con problemas de adicciones es un familiar, amigo o pareja, en su buena voluntad uno puede equivocarse intentando ayudar. ¿Cuál sería la mejor reacción?
Yo creo que lo mejor que se puede hacer alguien con una cercanía afectiva es informarse y pedir ayuda. Buscar y buscar, porque hay lugares. Esa es otra idea: presentar (a la persona con problemas de adicción) un catálogo importante de información de todas las técnicas que se usan.

¿A la hora de buscar una salida, que opina de grupos del estilo de Alcohólicos Anónimos?

Son muy beneficiosos porque la gente sola no puede con nada, y con una adicción menos. Creo fundamentalmente en ellos, en cualquier grupo; la gente unida hace cosas, la gente sola no hace cosas. No es mágica la cura de la adicción, si es que se cura. Yo apelo al conocimiento, al autoconocimiento, a que la gente se conozca junta, algo que es paradójico pero no contradictorio. Entonces juegan las dos cosas: tengo que estar bien conmigo pero solo no puedo, ahí radica mi creencia en lo grupal, sino lo hago como psicóloga social sería una contradicción muy grande.

¿Usted cree que la legalización de la marihuana beneficia o perjudica al adicto?

Creo que fue una idea que se tomó porque era necesaria, pero que no contribuye al adicto. Pero en definitiva es decisión del adicto, siempre la decisión es personal, es su recuperación. Y está también la lectura de que en el adicto lo prohibido, la transgresión, cruzar la línea de los limites es todo un llamado de atención, entonces por ese lado también que se legalice, de pronto neutraliza cierto consumo. Tenemos que ver, es muy pronto.